La inteligencia emocional en niños. ¿Por qué es importante trabajarla?

Cada vez a más padres y madres les interesa la inteligencia emocional en niños. Sin embargo, no todos están familiarizados al 100% en lo que significa y cómo trabajarla.

En Superfriends, nuestra escuela infantil bilingüe, ayudamos a los más pequeños a desarrollar su inteligencia emocional. Pero es muy importante que se trabaje también en el hogar. Por ese motivo, en este artículo vamos a ahondar en este término y vamos a dar consejos a los padres para que puedan empezar a trabajarla desde casa.

¿Qué es la inteligencia emocional?

Las emociones forman parte de la vida. Están presentes en nuestro día a día, tanto de los adultos como de los más pequeños. Sin embargo, para los niños resulta mucho más complicado identificarlas y gestionarlas. Por lo tanto, ¿qué es la inteligencia emocional?

La inteligencia emocional consiste en conocer las emociones, saber identificarlas en otras personas y aprender a administrarlas. Existen personas que nacen con una mayor predisposición, pero la inteligencia emocional es algo que se instruye y se desarrolla.

Generalmente, los niños aprenden sobre sus emociones según lo que ven de sus padres. Por lo tanto, es importante que los progenitores también desarrollen su inteligencia emocional para, así, poder transmitirla a sus hijos.

¿A qué edad empezar?

Según diferentes estudios, la inteligencia emocional está directamente vinculada al éxito en la vida adulta. Pero no solamente eso, un pequeño que trabaje su inteligencia emocional y que la desarrolle correctamente será mucho más feliz.

Como personas, desde muy pequeños nos relacionamos con otros. Esta vida social va directamente relacionada con la inteligencia emocional. Por lo tanto, es importante empezar a trabajarla desde una edad muy temprana. Los niños y bebés, aunque no utilicen palabras, también se comunican entre ellos mediante gestos, sonrisas, llantos… Y aunque creamos que no, también son capaces de identificar las emociones de los demás.

Sin embargo, para poder conseguirlo, deben ser capaces de identificar las suyas propias y entender que todas ellas están bien. Así que, desde el momento en que nazca, ya puedes trabajar con tu pequeño su inteligencia emocional. Para ello, puedes empezar con algunas de las actividades y juegos que te contamos a continuación.

¿Cómo desarrollar la inteligencia emocional de los niños?

Desarrollar la inteligencia emocional en los niños es algo que puede llevar tiempo y con lo que debemos tener paciencia. No se consigue de un día para otro y hay que empezar con algo tan sencillo como evaluar la propia inteligencia emocional. Como ya hemos comentado, nuestros hijos nos toman como referentes. Por lo tanto, aunque intentemos inculcarles algo, si nosotros no lo hacemos también, para ellos resultará contradictorio. Así que una buena manera de empezar es por uno mismo.

A continuación, es importante que nuestro pequeño se conozca bien a sí mismo. Que sepa tanto sus virtudes como sus defectos, que entienda algunos rasgos de su carácter y cómo influyen en sus relaciones. Una vez ya son capaces de identificarse, toca aprender a autorregularse. Es decir, enseñarles a regular las emociones como la rabia o la ira y tener un mayor control sobre ellas.

También es muy importante motivarles y alentarles cuando vayan cumpliendo objetivos. De esta manera desarrollarán emociones positivas tales como la ilusión, la perseverancia, la tolerancia a las frustraciones, etcétera.

Una vez nuestros pequeños ya van comprendiendo y gestionando sus propias emociones, llega el momento de inculcarles la empatía. Es decir, que aprendan a reconocer sus mismas emociones en los demás, que puedan entenderlas, “ponerse en su lugar”. Esto afectará directamente a sus habilidades sociales. ¿Puede un bebé o un niño de corta edad ser sociable? La respuesta es sí. De hecho, te lo explicamos en este post anterior de Superfriends que puedes consultar. Al trabajar sus habilidades sociales, unidas a la inteligencia emocional que les estamos inculcando, los niños serán capaces de interactuar con los demás de forma adecuada.

Actividades para trabajar las emociones con niños

Para conseguir todos los objetivos que hemos comentado en el punto anterior existen algunas actividades para trabajar las emociones con niños. Existen numerosas posibilidades, pero nosotros os vamos a trasladar cuatro:

  • Crear un rincón seguro. Dentro de casa nuestro hijo se debe sentir seguro. Sin embargo, crearle un rincón donde pueda trasladarse para calmarse le ayudará a recuperar la serenidad cuando se sienta desbordado. En este espacio el pequeño puede tener un cuento que le guste mucho, alguno de sus juguetes favoritos, en definitiva, cualquier elemento que le pueda ayudar.
  • Preocupación por los demás. Esta actividad es la más sencilla y una de las más efectivas. Sirve para desarrollar su empatía y consiste en realizarle preguntas sencillas cuando se identifican emociones en los demás. Por ejemplo, «¿por qué está enfadada tu hermana?».
  • Propiciar una escucha activa. El ritmo de vida que llevamos actualmente, sobre todo los adultos, en ocasiones nos impide pararnos y escuchar. De esta manera, nuestros niños oyen, pero no escuchan. Esta simple actividad consiste en buscar un momento que consideres adecuado y alentar a tu hijo a cerrar los ojos y simplemente, escuchar los sonidos de su alrededor.
  • La receta de la felicidad. ¿Qué necesitas para ser feliz? Creando su propia receta de la felicidad los más pequeños aprenderán a conocerse a sí mismos, a saber qué es importante para ellos y también para sus compañeros y amigos.

Juegos que desarrollan la inteligencia emocional

Una forma más divertida y amena son los juegos que desarrollan la inteligencia emocional. Lo que más les gusta a los pequeños es jugar, ¿por qué no usarlo como recurso? Apunta estas ideas:

  • Rueda de opciones. La ira, el enfado, la decepción, la frustración… Son emociones que los más pequeños suelen gestionar de mala manera. Este juego consiste en crear una rueda con diferentes reacciones que pueden adoptar en estos momentos. Es importante que el niño esté sereno en el momento de jugar.
  • Mímica de emociones. Mediante diferentes tarjetas, nuestro hijo debe identificar la emoción y representarla con gestos para que la adivinemos. Es una forma divertida de que aprendan cómo se manifiestan las emociones y así reconocerlas en los demás.

La inteligencia emocional en niños se puede desarrollar de muchas y diversas maneras. En Superfriends creemos en la importancia de hacerlo de forma que los más pequeños lo entiendan y se diviertan.

¿Se te ocurre alguna forma diferente de hacerlo? ¡Queremos conocerla! Cuéntanos en comentarios cómo fomentarías tú la inteligencia emocional de tu hijo.

Superfriends: su futuro empieza aquí.

2021-02-25T12:45:07+01:0017 marzo, 2020|0 Comentarios
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